ESC 2018: Entre el presente y el futuro de la Cardiología

Posted On 28 Ago 2018
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ESC 2018: Entre el presente y el futuro de la Cardiología

El Congreso Europeo de Cardiología se ha convertido en el evento médico más grande del mundo. Este año, en Munich, los organizadores redoblaron la apuesta con multitudinarias conferencias y con el lanzamiento de resultados de ensayos clínicos y nuevas guías sobre revascularización miocárdica, hipertensión arterial, síncope y enfermedad cardiovascular en el embarazo. Entre las actividades que congregaron a miles de cardiólogos durante todo el fin de semana, se destacó la mesa sobre regurgitación mitral secundaria en la que participaron destacados especialistas de la SAC.

Ante la presencia de más de 32.000 asistentes, el Congreso se lanzó con un video sobre la práctica cardiológica del futuro. Si bien la tecnología parecería constituirse en la estrella del porvenir, Jeroen Bax, presidente de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), subrayó la importancia de “no perder de vista a la persona que estamos tratando y cómo debemos empatizar siempre con el paciente”. A continuación, la conferencia inaugural del profesor Eugene Braunwald giró en torno de las relaciones entre la industria y la academia, un tema cada vez más álgido en Europa y Estados Unidos. Después de todo, esta es la primera vez que se prohíbe que laboratorios inviten a médicos en forma directa a un Congreso.

 

ESC 2018: Entre el presente y el futuro de la Cardiología

Con un stand propio en la ESC Plaza, la SAC volvió a tener una gran participación en el encuentro. Los representantes de la Mesa Directiva de la SAC mantuvieron reuniones bilaterales con el presidente actual y la electa de la ESC y también con colegas del American College of Cardiology (ACC) y de la American Heart Association (AHA), con la que se firmó un convenio marco de colaboración (ver foto abajo, izquierda). En cuanto a la mesa conjunta SAC-ESC sobre insuficiencia mitral funcional, realizada el 26 de agosto por la mañana, congregó a más de 200 especialistas. Presidida por Ricardo Migliore, presidente de la SAC, la mesa contó con interesantes presentaciones de los cardiólogos argentinos Pablo Stutzbach y Rodolfo Pizarro. Otra mesa conjunta de la SAC, esta vez con la SIAC, contó con una presentación de la cardióloga Silvia Makhoul sobre regurgitación tricuspídea.

ESC 2018: Entre el presente y el futuro de la Cardiología

ESC 2018: Entre el presente y el futuro de la Cardiología

El Congreso tuvo varias novedades en el área intervencionista. Además de confirmar que el acceso radial es mejor que el femoral en PCI, el implante de valvular aórtico percutáneo (TAVI) fue foco de varias discusiones, que incluyeron su utilización en pacientes con bajo riesgo cardiovascular. En cuanto al MitraClip, un ensayo mostró que no reduce el riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica.

Entre las sesiones más concurridas, figuraron las presentaciones de dos estudios con aspirina, que no lograron probar que es útil en prevención primaria de pacientes con riesgo bajo o intermedio, ni tampoco en diabetes. Varios debates giraron en torno a las novedades en nutrición, pero las dietas bajas en hidratos de carbono o altas en omega 3 no mostraron beneficios en términos cardiovasculares.

Los inhibidores de la SGLT-2 para diabetes recibieron un espaldarazo durante el Congreso, ya que se mostró que la empagliflozina es útil para reducir el riesgo de hospitalización por insuficiencia cardíaca. En cambio, el rivaroxabán no mostró beneficios en pacientes con insuficiencia cardíaca pero sin fibrilación auricular. Tampoco tuvo éxito para prevenir tromboembolismo venoso fatal tras el alta hospitalaria.

En cuanto al fármaco lorcaserin, destinado a tratar la obesidad, mostró que es seguro en un ensayo clínico pero su modesto efecto sobre el peso (una disminución promedio de 2,8 kg respecto del placebo) no tuvo efectos cardiovasculares significativos. Los expertos siguen recomendando dieta y ejercicio físico para el sobrepeso y reservan la medicación para quienes no logran bajar de peso ni cumpliendo ambas medidas.

Uno de los tópicos más comentados fue la nueva definición de infarto de miocardio, que distingue entre éste y la injuria miocárdica. Para diagnosticar un infarto no alcanza con probar altos niveles de troponina en sangre; también es preciso contar con evidencia clínica de isquemia (por ejemplo, a través de un electrocardiograma). Además, se consensuaron cinco subtipos de infarto de miocardio.

Además de las tradicionales presentaciones de estudios, el ESC 2018 inauguró un área de Salud Digital que convocó a muchos profesionales interesados en el uso de dispositivos, telemedicina y apps móviles para mejorar la prevención primaria y secundaria de las enfermedades cardiológicas.

En cuanto a las nueva guía de hipertensión –un tema caliente, tras los cambios introducidos en Estados Unidos, los europeos no cambiaron la definición: sigue llamándose hipertenso a quien tiene más de 140/90 mmHg de presión arterial. Pero la medición ahora no sólo es aceptable en el consultorio sino también en forma ambulatoria o en el hogar. Y la estrategia de tratamiento recomendada es empezar con una sola píldora que contenga dos drogas anti-hipertensivas, y escalar a tres en caso necesario.

La multitud de cardiólogos que asistió al Congreso de Munich mostró una vez más la vitalidad de la disciplina y la importancia del trabajo colaborativo entre sociedades científicas de distintos países.